Beneficios de migrar a la nube (y cómo hacerlo de forma segura)

Tradicionalmente, las organizaciones elegían contar con una infraestructura local -también llamada on-premise- como la mejor opción para fortalecer la seguridad de sus sistemas. Sin embargo, en la actualidad, la mayoría de las empresas está migrando hacia estructuras más eficientes y descentralizadas como la nube de AWS o el cloud computing. ¿Por qué se da esta tendencia? A continuación, te compartimos tres beneficios de la migración a la nube y qué debés tener en cuenta para hacerlo de forma segura.

Beneficio #1: Reducción de costos

Con entornos on-premise las organizaciones poseen control total sobre la infraestructura y los datos, lo que suele brindar una sensación de mayor seguridad. Sin embargo, esta opción conlleva costos significativos en los aspectos relacionados a mantener un espacio físico -como el consumo de energía y la refrigeración-, así como en las actualizaciones. 

La nube, en cambio, aumenta la eficiencia operativa y, en consecuencia, reduce los costos iniciales de inversión.

Beneficio #2: Crecimiento flexible

+Los despliegues de infraestructura on-premise ofrecen poca flexibilidad, ya que no llegan a adaptarse a la creciente demanda y a la continua evolución de los sistemas. Teniendo en cuenta que en estos casos se utilizan servidores físicos, ante la necesidad de escalar el negocio, será necesario comprar e implementar nuevas máquinas. 

En este sentido, la nube corre con ventaja, al ofrecer opciones de escalabilidad flexibles. Por un lado, permite cambiar el tamaño de los recursos del servidor dependiendo de las necesidades de cada empresa y proyecto, así como variar el uso de internet de acuerdo a los requerimientos de ancho de banda.  Alternativas que son posibles gracias a su ubicación virtual.

Beneficio #3: Seguridad

Este parecería ser el punto más desafiante que enfrentan los proveedores de servicios en la nube, dado que las soluciones locales permiten tener control sobre la seguridad física para mitigar amenazas. Sin embargo, y más allá de que optar por una solución en la nube implica trasladar la responsabilidad de la seguridad al proveedor, también es posible asegurar un gran nivel de seguridad con una solución cloud.  

En particular, los administradores de cloud AWS implementan medidas de seguridad avanzadas y robustas que, además, ofrecen actualizaciones automáticas. De este modo, asumen la responsabilidad total de proteger la infraestructura y los datos para que las organizaciones puedan hacer la migración sin ningún obstáculo.

Ahora que ya conocemos los principales beneficios del cloud computing, exploremos qué hay que tener en cuenta para migrar a la nube sin correr riesgos.

3 claves para migrar a la nube de forma segura

1. Tener una buena arquitectura de base

Antes de comenzar, es crucial llevar a cabo un diagnóstico de la arquitectura actual del sistema y asegurar su solidez: desde las aplicaciones, las bases de datos y los sistemas de almacenamiento, hasta las redes utilizadas en la organización. La migración implica que el traslado se realice desde entornos locales, por lo que si la arquitectura es robusta el proceso será más fluido y seguro.

2. Desplegar mecanismos de seguridad defensiva

Cuando las organizaciones migran y trabajan en la nube, tienen que asegurarse de contar con una base segura. Esto implica tener una buena estrategia de defensa  para poder identificar rápidamente cualquier actividad sospechosa o brecha de seguridad. 

AWS ofrece varios servicios de monitoreo y registro (como AWS Shield, AWS WAF y AWS CloudWatch, entre otros) que permiten analizar y rastrear eventos en tiempo real, detectando intentos de acceso no autorizados e identificando comportamientos inusuales. Todos estos servicios de seguridad, cumplimiento e identidad tienen la meta de llevar a cabo una estrategia de implementación de AWS uniforme, planificada y confiable.

3. Implementar un enfoque basado en la observabilidad

Los servicios de observabilidad de AWS permiten recopilar, correlacionar, supervisar, adicionar y analizar la infraestructura completa y las aplicaciones en la nube, ya sea en entornos híbridos o en las instalaciones. Mediante el despliegue de sus mecanismos de supervisión como AWS GuardDuty, AWS CloudTrail o AWS Security Hub, se pueden detectar, investigar y remediar problemas más rápidamente para así obtener información sobre el comportamiento, rendimiento y estado general de los sistemas de manera periódica.

En resumen, sabemos que la infraestructura on-premise funcionó en el pasado. Pero, si bien es estática y, por eso, más controlable, las ventajas que existen al migrar a la nube son muchas. Su flexibilidad y dinamismo -junto a las opciones avanzadas de seguridad que ofrece- hacen que, hoy en día, las empresas elijan adoptar el cloud computing como la mejor estrategia para reducir los costos y aumentar la eficiencia de su infraestructura.