5 Tips de ciberseguridad para unas vacaciones sin estrés

Salir de vacaciones siempre es un momento emocionante para relajarse y aventurarse, pero también es un período en el que los cibercriminales intensifican sus actividades, apuntando a viajeros desprevenidos. Ya sea que estés celebrando una festividad, tu luna de miel o las vacaciones de primavera, estar de vacaciones nos hace más vulnerables y propensos a caer en estafas cibernéticas. Para asegurarte de que un ciberataque no arruine tus vacaciones, es crucial implementar medidas de ciberseguridad. ¡No te preocupes! Estas recomendaciones no tomarán mucho tiempo y garantizarán que te mantengas libre de estrés y seguro. Aquí tienes cinco consejos esenciales para protegerte y salvaguardar tus datos durante tu escapada vacacional.

1. Actualiza tus dispositivos antes de salir

Antes de irte, realiza un chequeo de tu ecosistema digital. Así como verificarías que tienes todo lo necesario para tus vacaciones, asegúrate de que todos tus dispositivos tengan las actualizaciones correspondientes. Esto incluye smartphones, laptops, tabletas y cualquier otro dispositivo que deba estar actualizado con el software y los parches de seguridad más recientes. Los fabricantes lanzan actualizaciones regularmente para corregir vulnerabilidades que los cibercriminales pueden explotar. Las actualizaciones regulares mejoran el rendimiento de tu dispositivo y aumentan significativamente tu seguridad, brindando protección contra amenazas conocidas.

2. Utiliza una VPN durante tu viaje

Si bien una red Wi-Fi pública puede parecer un salvavidas cuando estás relajada o relajado en la playa, también puede ser una puerta abierta para cibercriminales. Al conectarte a redes Wi-Fi públicas, como las que se encuentran en hoteles, aeropuertos y cafés, es esencial utilizar una Red Privada Virtual (VPN). Una VPN cifra tu tráfico de internet, dificultando que los hackers intercepten tus datos. Esto es especialmente importante al acceder a información confidencial, como la banca en línea o cuentas personales. Algunas de estas redes pueden incluso ser falsas, por lo que debes tener cuidado con nombres sospechosos. Existen muchos servicios de VPN confiables, así que elige uno que se adapte a tus necesidades e instálalo antes de tu viaje.

3. Habilita la Autenticación de Doble Factor (2FA)

La autenticación de doble factor (2FA) es una herramienta poderosa que añade una capa extra de seguridad a tus cuentas en línea. Al habilitar 2FA, no solo necesitas tu contraseña, sino también una segunda forma de verificación, como un código de mensaje de texto o una aplicación de autenticación, para acceder a tus cuentas. Esto dificulta mucho el acceso a usuarios no autorizados, incluso si logran obtener tu contraseña. Antes de tu viaje, activa la 2FA en tus cuentas más críticas, incluyendo correo electrónico y banca.

4. ¡Evita las trampas de phishing!

Estar distraído es el mejor aliado para la ingeniería social. Los ataques de phishing aumentan significativamente durante los períodos de vacaciones, así que ten cuidado con correos electrónicos o mensajes de texto sospechosos. Verifica las direcciones URL, contacta directamente a tu banco o servicio en caso de cualquier discrepancia, y no hagas clic en ningún enlace o archivo si no estás seguro de su legitimidad.

5. Monitorea tus cuentas

Después de tus viajes, mantén un ojo atento sobre tus extractos bancarios y de tarjetas de crédito en busca de transacciones no autorizadas. Los cibercriminales a menudo aprovechan a los viajeros, por lo que el monitoreo proactivo es crucial. Si notas alguna actividad sospechosa, repórtala de inmediato a tus instituciones financieras. Muchos bancos ofrecen alertas de fraude y servicios de monitoreo de cuentas para ayudarte a mantener el control.Las empresas también son más vulnerables durante la temporada de vacaciones, ya que hay menos personas atentas ante las amenazas cibernéticas. Implementar un sistema de gestión de endpoints que permita una visibilidad completa es crucial para asegurar la ciberseguridad de una empresa. Batuta simplifica la gestión de tu ciberseguridad y permite disfrutar de un período vacacional sin estrés durante todo el año.

Estrategias para atraer talento en ciberseguridad en un mercado en constante cambio

¿Alguna vez has experimentado la dificultad de encontrar al candidato ideal para tu equipo? ¿Sientes la presión que genera la constante evolución tecnológica, donde las habilidades de hoy pueden quedar obsoletas en cuestión de meses, semanas o incluso días? En el mundo actual, la industria tecnológica, y especialmente la ciberseguridad, enfrenta un entorno laboral en constante cambio. La demanda de talento altamente especializado y de «nicho» supera ampliamente la oferta disponible. Atraer talento capacitado y diverso se ha convertido en un desafío crítico para todas las empresas que buscan mantenerse a la vanguardia en un entorno digital sumamente competitivo y en constante transformación.

Atraer el talento adecuado no es un desafío exclusivo de los profesionales de Recursos Humanos, sino también de los equipos que necesitan incorporar a nuevos miembros. Los principales retos que enfrentamos hoy se pueden resumir en los siguientes puntos:

Evolución de habilidades

La tecnología y las amenazas cibernéticas evolucionan de manera tan rápida que las habilidades necesarias para enfrentar los nuevos retos cambian constantemente. Hoy en día, no basta con tener experiencia en los fundamentos de la ciberseguridad. La demanda se ha especializado hacia áreas como inteligencia artificial, big data y seguridad en la nube, lo que hace que la oferta de profesionales capacitados sea limitada. En este panorama, las empresas se ven obligadas a adaptarse y ofrecer entornos de trabajo que promuevan el aprendizaje continuo.

Competencia global

La globalización y el trabajo remoto han intensificado la competencia por el talento en ciberseguridad. Hoy las empresas no solo compiten por talento a nivel local, sino también a nivel internacional para atraer a los mejores profesionales. Así que la pregunta es, ¿cómo podemos destacar como empleador en un mercado global para atraer al talento correcto?

Expectativas de los candidatos

Los profesionales de hoy buscan más que un salario competitivo. Las expectativas han cambiado y ahora se valoran los beneficios, la flexibilidad, el trabajo remoto que va de la mano con el balance de vida y trabajo, la oportunidad de desarrollo en un ambiente transparente y dentro de una cultura empresarial sólida que sea congruente con sus valores y su misión en el día a día. Anteriormente, estos factores han sido valorados y evaluados, sin embargo, en esta nueva era los candidatos realizan una evaluación profunda sobre esto para definir si una empresa está alineada a sus expectativas no solo en términos económicos sino en la forma de trabajo.

Brecha de género

La disparidad de género en la industria tecnológica, y especialmente en ciberseguridad, sigue siendo un desafío importante. En LATAM, por ejemplo, las mujeres representan una fracción pequeña del total de profesionales en tecnología. Esta disparidad no solo limita la diversidad de perspectivas y la innovación, sino que también reduce significativamente el talento disponible para el mercado laboral.

Estos son solo algunos ejemplos de los retos que enfrentamos las empresas cuando se trata de atraer talento, pero ¿qué pueden hacer las empresas para contratar al talento correcto, pero a su vez mantener una perspectiva que mitigue estos retos?

En la era digital, la atracción de talento en la industria de la ciberseguridad enfrenta una serie de desafíos, pero también presenta oportunidades únicas para quienes buscan un entorno de trabajo innovador y dinámico. Las empresas en constante transformación y crecimiento, deben comprometerse a ofrecer un ambiente en el que cada miembro del equipo pueda desarrollarse y crecer, con la libertad de proponer nuevas ideas y asumir responsabilidades retadoras dentro de su puesto. La flexibilidad de trabajar de manera remota permite atraer talento de todo el mundo, lo que a su vez enriquece al equipo con perspectivas globales y diversas.

Las habilidades deben evolucionar constantemente para mantenerse a la vanguardia con las tecnologías emergentes, y en ese sentido, es necesario buscar personas que no solo sean expertas en su campo, sino que también disfruten del proceso de aprendizaje continuo. La competencia global es un reto, pero también es una oportunidad para impulsar la innovación y mejorar la calidad de las soluciones que ofrecemos a nuestros clientes.

En una empresa, todos son promotores y cada miembro debe tener la posibilidad de contribuir, investigar, aportar ideas valiosas y hacer escuchar su voz, independientemente de su rol. Las empresas que destacan son aquellas que cuentan con un ambiente de trabajo flexible, con espacio para la creatividad, y donde la comunicación de ideas complejas a equipos multidisciplinarios es clave. Aunque, en ocasiones, este desafío puede resultar complicado, se debe valorar la ambigüedad, pues brinda la oportunidad de experimentar y adaptarse con rapidez. Todo esto siempre enfocado en un objetivo común: ofrecer soluciones innovadoras que simplifiquen las operaciones de las y los clientes.

Al final, se busca crear equipos de personas apasionadas, dinámicas y comprometidas con el crecimiento personal y de equipo, trabajando en un entorno de libertad y responsabilidad, donde la colaboración y la innovación sean la base del éxito.

La ciberseguridad está en constante evolución, y con ella, la necesidad de contar con un equipo talentoso, diverso y adaptable. En Metabase Q, no solo buscamos profesionales altamente capacitados, sino personas apasionadas que deseen crecer y enfrentar los desafíos de un mundo digital cada vez más complejo. Si estás listo para unirte a un equipo que valora la innovación, la diversidad y el aprendizaje continuo, ¡te estamos esperando!

Estrategias de ciberseguridad en la era de la transformación digital

En un panorama donde el 64% de las empresas latinoamericanas está aumentando su inversión en TI este 2025, combinar eficazmente la ciberseguridad con los procesos de transformación digital se ha vuelto una necesidad estratégica indiscutible. Este aumento en la inversión, dirigido principalmente hacia inteligencia artificial, migración de sistemas, computación en la nube y seguridad, evidencia una mayor conciencia sobre el valor crítico de salvaguardar los activos informáticos mientras las organizaciones avanzan en su camino hacia la modernización tecnológica.

Según el Foro Económico Mundial, los ciberataques se encuentran entre los cinco principales riesgos globales, y se estima que los daños relacionados con la cibercriminalidad alcanzarán los $10.5 billones anuales en 2025, según proyecciones de Cybersecurity Ventures. En este contexto, entender la relación simbiótica entre transformación digital y ciberseguridad no es solo una ventaja competitiva, sino una necesidad existencial para las organizaciones modernas.

Las tecnologías enfrentan diversas amenazas, necesitando estrategias proactivas para disminuir riesgos e impactos. La información es uno de los activos más valiosos a proteger, pero desgraciadamente, la seguridad de la información no siempre se tiene suficientemente en cuenta de manera preventiva. Es habitual que solo se eche en falta cuando se produce algún incidente que causa daños irreparables, tanto materiales como de reputación, que se traducen en pérdidas económicas o de credibilidad.

La necesidad de que los procesos de transformación digital vayan acompañados de decisiones en materia de ciberseguridad es indiscutible. A mayor dependencia de las tecnologías, mayores son los riesgos, y más autoexigentes deben ser las empresas con las medidas de ciberseguridad. De otro modo, no solo los activos de información estarán amenazados, el propio negocio estará en riesgo.

Para LATAM, el rezago en la adopción y desarrollo de tecnología plantea una amenaza directa al desarrollo económico y la seguridad de la región. La falta de inversión en I+D y las débiles políticas de innovación han colocado a muchos países en desventaja frente a las potencias tecnológicas. La incapacidad de integrar plenamente tecnologías como el big data, la inteligencia artificial o la automatización avanzada no solo limita la competitividad industrial, sino que también aumenta la vulnerabilidad de estos países a ataques cibernéticos y militares.

El documento titulado “¿Salto tecnológico o retraso tecnológico?: la lucha de América Latina por mantenerse al día con las tecnologías emergentes” presenta recomendaciones clave para cerrar la brecha tecnológica en LATAM. Estas recomendaciones se centran en iniciativas estratégicas que fomentan la innovación, mejoran la infraestructura y promueven la colaboración multisectorial. Entre las principales acciones sugeridas se encuentran:

  • Invertir en investigación y desarrollo.
  • Mejorar la educación STEM.
  • Construir una infraestructura digital sólida.
  • Crear centros de innovación y clusters tecnológicos.
  • Establecer marcos regulatorios para apoyar la innovación.
  • Modernizar las capacidades de ciberseguridad para infraestructura crítica.
  • Desarrollar experiencia para contrarrestar ciberamenazas.
  • Fomentar la cooperación internacional.

El futuro de la transformación digital y la ciberseguridad apunta hacia una convergencia completa, donde ambas disciplinas se fusionan en un enfoque holístico de resiliencia digital. Este futuro se caracterizará por:

  • Equipos integrados: Desaparición gradual de las barreras entre equipos de desarrollo, operaciones y seguridad.
  • Plataformas unificadas: Soluciones que combinen funcionalidades de desarrollo, implementación y seguridad en un solo ecosistema.
  • Seguridad adaptativa: Sistemas de protección que evolucionen continuamente en respuesta a nuevas amenazas y cambios en el entorno empresarial.

Batuta centraliza la gestión y el control de la infraestructura de TI y tecnologías de ciberseguridad de las organizaciones, permitiendo que se cumplan estas tres condiciones. De esta manera, aporta claridad y control, permitiendo la transformación de una estrategia de seguridad reactiva a una proactiva. 

Integrar estrategias de ciberseguridad en proyectos de transformación digital no solo protege a las empresas contra amenazas cibernéticas, sino que también facilita un progreso continuo y seguro hacia el futuro digital. En América Latina, donde la digitalización está en pleno auge, es crucial que las empresas adopten estas mejores prácticas para mantenerse competitivas y seguras en el panorama global. En última instancia, el camino hacia el futuro digital no es lineal ni predecible, pero una cosa es cierta: la transformación digital y la ciberseguridad deben caminar de la mano para enfrentar los desafíos y aprovechar las oportunidades que el mañana nos depara.

Optimizando la Detección y Respuesta a Incidentes: Seguridad en Tiempo Real para Endpoints

La gestión de esfuerzos para la detección y respuesta a incidentes de ciberseguridad implica definir múltiples elementos de orden estratégico, táctico y operativo para garantizar una respuesta efectiva en la organización. A continuación, detallo estos elementos integrando soluciones especializadas como Batuta para optimizar la protección y respuesta en los endpoints.

Diagrama de Batuta cómo solución integrada.

Política

La Política de Gestión de Incidentes es un elemento estratégico en el que se establecen los lineamientos y roles necesarios para la implementación de procesos de respuesta. Aquí se define quién hace qué, y se organiza la comunicación en las distintas fases, desde la preparación hasta la recuperación.

Modelo Operativo

El modelo operativo determina la estructura y coordinación del equipo de respuesta a incidentes.

Modelo de Respuesta LocalModelo de Respuesta Global
Coordinación local con soporte Global. Los incidentes pueden ser manejados por el equipo local sin comprometer la seguridad.Coordinación global con soporte Local. Los incidentes de orden mayor que requieren una respuesta en común.

Además de definir roles y procedimientos, es fundamental contar con herramientas que permitan la monitorización continua de la seguridad de los endpoints. En este contexto, Batuta se integra como una solución que:

  • Permite la supervisión en tiempo real de la postura de seguridad de cada endpoint.
  • Facilita la implementación de acciones correctivas de forma inmediata ante la detección de anomalías.
  • Conecta de forma eficiente los equipos locales y globales mediante una visión centralizada de la situación.

Si bien los equipos locales pueden tener personal permanente (con rol fijo), virtual (personal no dedicado exclusivamente a incidentes) o híbrido (miembros permanentes y virtuales), la estructura esperada se basa en los siguientes miembros core:

Miembros core de Batuta.

A partir de la necesidad de una coordinación global para la Gestión de Crisis, es común generar uno o más comités en los que se tiene una visión corporativa transversal del incidente y sus impactos. La estructura de roles participantes conlleva considerar las siguientes aristas de gestión en la organización:

Estructura de roles de Batuta.

Estándares Globales

Para garantizar una respuesta coherente y alineada con las mejores prácticas internacionales, las organizaciones deben adherirse a estándares reconocidos, tales como:

  • NIST SP 800-61: Guía para la gestión de incidentes de seguridad informática.
  • ISO/IEC 27035: Gestión de incidentes de seguridad de la información.

El cumplimiento de estos estándares permite establecer reglas claras para la coordinación y delimitación de esfuerzos, asegurando que cada acción esté respaldada por procesos probados.

Estándares Globales que cumple Batuta.

Planes para la Gestión de Incidentes

Tradicionalmente, los planes de gestión de incidentes se apoyan en estructuras como los Security Operations Centers (SOC) para monitorear, analizar y responder a las amenazas. Sin embargo, la integración de Batuta permite:

  • Centralizar la gestión de incidentes mediante la supervisión continua de endpoints, sin la necesidad de depender únicamente de un SOC.
  • Automatizar respuestas a incidentes mediante scripts preconfigurados, que aceleran la contención y remediación de amenazas.
  • Ejecutar auditorías y validaciones en tiempo real, lo que reduce significativamente el tiempo de respuesta ante cualquier anomalía.

De esta forma, Batuta se posiciona como una solución capaz de optimizar y complementar los procesos de respuesta tradicionales, aportando agilidad y precisión en la gestión de incidentes.

Batuta cómo SOC.

Gestión de Playbooks

Un playbook de seguridad define el procedimiento que seguirá la organización ante diversos incidentes. La implementación de playbooks se vuelve aún más efectiva al incorporar soluciones como Batuta, ya que:

  • Permite gestionar y ejecutar playbooks directamente en los endpoints, garantizando que cada acción se realice de forma automatizada y en tiempo real.
  • Facilita la adaptación y personalización de los playbooks según las necesidades específicas del entorno, abarcando escenarios como infecciones de malware, ransomware, robo de credenciales o incidentes en la nube.
  • Ofrece la posibilidad de actualizar y validar continuamente los playbooks mediante simulaciones y auditorías, asegurando su efectividad frente a amenazas emergentes.

Ciber-ejercicios

Los ciber-ejercicios son el último elemento, el cual resulta crucial al aportar métodos para familiarizar a los roles sobre las diferentes amenazas, como también, probar, validar y mejorar los planes de gestión de incidentes y la definición de playbooks, de modo que preservan su implementación como también mantenerlos vigentes.

Ciber-ejercicios.

Conclusión

La detección y respuesta a incidentes es un proceso integral que abarca desde la definición de políticas y modelos operativos hasta la implementación de estándares globales y la realización de ciber-ejercicios. En este marco, la gestión de endpoints se convierte en un componente crítico. Integrar soluciones especializadas como Batuta permite:

  • Monitorizar la seguridad de los endpoints en tiempo real.
  • Automatizar respuestas mediante scripts pre configurados y acciones inmediatas.
  • Gestionar playbooks y validar la eficacia de las respuestas ante incidentes.

De este modo, Batuta complementa y potencia los procesos tradicionales, ofreciendo una respuesta ágil, centralizada y alineada con las mejores prácticas internacionales.

Educación digital para tod@s

Cuando hablamos de educación, hablamos de digitalización. Hoy en día, es imposible separar el desarrollo de la tecnología del ámbito educativo. Un número creciente de elementos en nuestra vida depende del uso de herramientas tecnológicas, de manera que la educación debe integrar el ámbito tecnológico para ser considerada educación de calidad. 

El derecho a la educación está reconocido por el artículo 26 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, donde se establece el derecho al “pleno desarrollo de la personalidad humana”. En el núcleo de este artículo se encuentra también una parte fundamental de la educación: la alfabetización.

El alfabetismo, entendido como la capacidad de leer y escribir, resulta el pilar fundamental de la educación porque es a través de esas habilidades que podemos nombrar, conocer, interactuar y comunicarnos con nuestro mundo. De esta manera, las personas somos capaces de construir identidad y autonomía, y así, desarrollarnos plenamente. Ahora, nos encontramos con un desafío aún más grande para nuestra época: el alfabetismo digital. 

Similar a la definición tradicional de la palabra, el alfabetismo digital se refiere a la capacidad de realizar diferentes tareas en un ambiente digital. Esto puede ir desde los niveles más básicos de interacción con la tecnología, hasta la capacidad de localizar, investigar y analizar información haciendo uso de estas herramientas. Más allá de la comunicación, el alfabetismo digital se convierte en la capacidad de crear y comprender información a través de medios digitales. 

Cada vez más aspectos de nuestra vida trascienden al entorno digital. De acuerdo con el Banco Mundial, algunos de los sectores más digitalizados de los últimos años (según el número de descargas de aplicaciones de dicho sector) son: negocios, compras, finanzas, herramientas, medicina y servicios de comida, dejando el entretenimiento hasta el séptimo lugar. Esto nos demuestra que la tecnología cobra cada vez más importancia en aspectos vitales de nuestra vida diaria y desarrollo humano. En esta situación, el analfabetismo digital puede dar como resultado el desarrollo de desigualdades, falta de acceso a recursos o servicios para cubrir necesidades básicas, e incluso el aislamiento social. 

Ahora bien, explorar el mundo de la educación digital también conlleva una serie de nuevos retos y definiciones para tomar en cuenta. Por ejemplo, existe una diferencia entre la antes mencionada alfabetización digital y el “e-learning” o aprendizaje virtual. La primera se refiere a las acciones que podemos tomar para desarrollar las capacidades tecnológicas que mencionamos anteriormente. Mientras que el e-learning se refiere a la integración de la tecnología en el ámbito educativo. Un ejemplo de ello son las bibliotecas virtuales integradas por muchas instituciones educativas. En el caso de América Latina, el e-learning representa cada vez más un desafío. Siendo las universidades de ámbito privado las que integran con mayor facilidad estas herramientas, el e-learning se convierte en un elemento transformador de la estructura social y un factor determinante para el acceso a aspectos de la sociedad, generando o ampliando desigualdades entre las personas. 

En el núcleo de la educación digital, se debe encontrar de manera indispensable el ámbito de la ciberseguridad. Más que un lujo, cualquier persona u organización que desarrolla cualquier tipo de actividad en el espacio digital debe estar informada acerca de los riesgos que esto implica y de cómo protegerse de ellos. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en 2021 casi el 60% de la población infantil fue víctima de algún tipo de ciberacoso. Los ataques cibernéticos a individuos alcanzaron hasta los 16,8 millones en 2022 y, finalmente, en 2024 se registraron hasta 467 mil ataques dirigidos a empresas u organizaciones al día. Todas y todos quienes habitamos de alguna manera el entorno digital, somos susceptibles a ser víctimas de algún tipo de ataque o violencia. 

Así, la educación digital es también relevante para las organizaciones. Como cualquier persona, pueden existir empresas con altos índices de analfabetismo digital, limitando su crecimiento y haciéndolas más propensas a sufrir algún tipo de ciberataque. 

En conclusión, la intersección entre educación y digitalización representa un aspecto crucial de nuestro desarrollo contemporáneo. La integración del alfabetismo digital en la educación no solo es esencial para equipar a los individuos con las habilidades necesarias para navegar en un mundo cada vez más tecnológico, sino que también es fundamental para fomentar la equidad y la inclusión social. 

A medida que avanzamos hacia una sociedad donde la digitalización permea casi todos los ámbitos de la vida, es vital que la educación no solo aborde las capacidades técnicas, sino que también incorpore elementos de ciberseguridad para proteger a las personas usuarias. Sin un enfoque integral que considere tanto la alfabetización digital como la ciberseguridad, corremos el riesgo de acentuar las desigualdades existentes y limitar el potencial de desarrollo pleno de las personas en un entorno digital. Por ende, la educación digital debe ser una prioridad global, garantizando que todas y todos los ciudadanos estén preparados para enfrentar los retos del futuro.

IA y Ciberseguridad: ¿Amiga o Enemiga?

En el acelerado mundo de la tecnología, la inteligencia artificial (IA) está jugando un papel crucial en la transformación de diversos sectores, y la ciberseguridad no es la excepción. Mientras que las capacidades de la IA prometen una mayor protección frente a las amenazas cibernéticas, también están generando nuevos retos al ser utilizadas como herramienta para perpetrar ataques. ¿Es la IA una aliada en la lucha contra los ciberdelincuentes, o está también impulsando la evolución de ciberamenazas más sofisticadas? Exploraremos ambos lados de esta moneda para entender mejor cómo la IA está impactando el campo de la ciberseguridad.

IA como aliada en la ciberseguridad

La inteligencia artificial se está posicionando como una herramienta indispensable para la detección y mitigación de amenazas cibernéticas. Entre sus aplicaciones más destacadas, se encuentra la detección de amenazas avanzadas. Los sistemas basados en IA pueden analizar grandes volúmenes de datos en tiempo real, identificando patrones anómalos que podrían indicar la presencia de malware, intentos de phishing o actividades de red sospechosas. Además, gracias al aprendizaje automático, es posible detectar amenazas desconocidas, también llamadas como ataques «Zero-day».

Otra capacidad clave es la respuesta automatizada. Los sistemas de IA pueden tomar decisiones rápidas para contener ataques en tiempo real, como aislar dispositivos comprometidos o bloquear el tráfico malicioso. También está reforzando la seguridad en los sistemas de autenticación mediante el uso de tecnologías biométricas, reduciendo así la dependencia de contraseñas vulnerables. Finalmente, la IA ofrece análisis predictivo, permitiendo anticipar comportamientos maliciosos y preparar estrategias preventivas.

IA como arma para ciberdelincuentes

Si bien la IA ofrece beneficios innegables para la ciberseguridad, también está siendo explotada por actores maliciosos para desarrollar ataques más efectivos y difíciles de detectar. Por ejemplo, los ataques de phishing personalizados son cada vez más comunes. La IA permite analizar información pública en redes sociales y otros medios para crear correos electrónicos y mensajes altamente dirigidos, aumentando la probabilidad de éxito.

Además, los ciberdelincuentes están utilizando la IA para crear malware de nueva generación que evoluciona constantemente, adaptándose a las defensas tradicionales y evadiendo su detección. Los ataques automatizados también se han incrementado, con «bots» impulsados por IA ejecutando intentos masivos de adivinación de contraseñas o explotando vulnerabilidades. A esto se suma el uso de deepfakes y otros contenidos manipulados que pueden emplearse para extorsiones, difusión de desinformación o daño reputacional.

El equilibrio entre riesgo y beneficio

El uso de la IA en ciberseguridad representa un campo de batalla en constante evolución. Las organizaciones deben implementar estrategias equilibradas para aprovechar las ventajas de la IA sin caer víctimas de sus posibles riesgos. Esto incluye invertir en tecnologías defensivas que puedan evolucionar al ritmo de las amenazas emergentes, así como educar a empleados y usuarios sobre los riesgos asociados con ataques potenciados por IA. Además, la colaboración internacional entre empresas, gobiernos y expertos en ciberseguridad es esencial para compartir inteligencia y desarrollar contramedidas efectivas.

Conclusión

La inteligencia artificial está redefiniendo la forma en que enfrentamos las amenazas cibernéticas. Si bien ofrece soluciones innovadoras para proteger activos digitales, también plantea riesgos al habilitar ataques más sofisticados. En este contexto, la pregunta clave no es si la IA es un amigo o enemigo, sino cómo podemos aprovechar sus capacidades mientras mitigamos sus peligros. En última instancia, la responsabilidad recae en las organizaciones y profesionales de ciberseguridad para garantizar que la IA se mantenga como una aliada en lugar de convertirse en un arma en manos equivocadas.

Gestión de Riesgos Tecnológicos: Protegiendo tu Empresa en la Era Digital

El 2024, el mundo fue testigo del mayor apagón informático de la historia.  Este evento crítico paralizó infraestructuras en sectores clave como: transporte aéreo, servicios financieros, medios de comunicación, atención médica y sistemas de pago electrónico, generando pérdidas económicas que se estimaron en 5,000 millones de dólares. La lección es clara: la necesidad de una mayor resiliencia tecnológica y una estrategia de gestión de riesgos.

El riesgo tecnológico son las vulnerabilidades asociadas a las tecnologías de la información (TI), las tecnologías operativas (TO) y las tecnologías de las comunicaciones (TC) de una empresa. Dado que la tecnología influye en todos los aspectos de una organización, desde sus activos físicos y digitales hasta su personal, procesos y sistemas, la gestión de estos riesgos tecnológicos es esencial.

La Gestión de Riesgos Tecnológicos (TRM) consiste en un proceso que las empresas emplean para identificar, evaluar, mitigar y supervisar los riesgos relacionados con las TI, que incluyen amenazas de ciberseguridad, fallos de sistemas, vulnerabilidades de datos y posibles infracciones de cumplimiento. 

Según el Global Risk Report 2025 del Foro Económico Mundial, los riesgos tecnológicos más críticos a corto y largo plazo comprenden la desinformación, el ciberespionaje y la ciberguerra, destacando la creciente complejidad del panorama tecnológico actual. A continuación, te brindamos una serie de conceptos que debes tomar en cuenta:

Identificación Proactiva de Riesgos

La gestión efectiva de riesgos comienza con la identificación proactiva de posibles amenazas tecnológicas. Esto incluye ciberataques, interrupciones del sistema, vulnerabilidades a la infraestructura  y otros riesgos que pueden afectar a la empresa. La evaluación exhaustiva de estos riesgos es esencial para una respuesta eficiente y eficaz.

Resiliencia ante Ciberamenazas

Las amenazas cibernéticas son una realidad constante. La gestión de riesgos tecnológicos implica no solo protegerse contra ataques, sino también construir una resiliencia que permita una rápida recuperación en caso de incidentes. 

Adopción de Tecnologías Emergentes

La introducción de nuevas tecnologías conlleva tanto oportunidades como riesgos. Las empresas deben equilibrar la adopción de tecnologías emergentes con la gestión adecuada de los riesgos asociados, asegurando la alineación con los objetivos comerciales. Esto incluye la actualización constante de software y sistemas, así como la capacitación y concientización de los colaboradores sobre las mejores prácticas.

Para preparar a las empresas para un futuro disruptivo, es esencial adoptar estrategias de resiliencia. De acuerdo con el Foro Económico Mundial, las empresas deben adaptarse a los rápidos avances digitales y las amenazas climáticas mediante cambios fundamentales en su estructura y operaciones.

 Algunas estrategias clave incluyen:

  • Transformación e Innovación Digital: Adoptar tecnologías avanzadas como la inteligencia artificial, plataformas de gestión de riesgos  y el análisis de big data para mejorar la eficiencia y la toma de decisiones.
  • Sostenibilidad: Implementar prácticas sostenibles que respondan a las demandas de consumidores y reguladores.
  • Colaboración: Fomentar la colaboración entre diferentes actores, como gobiernos, empresas y organizaciones globales, para garantizar soluciones innovadoras y sostenibles.

En resumen, para gestionar eficazmente el riesgo tecnológico, es esencial comprender su naturaleza, identificar las áreas afectadas y acordar una categorización adecuada. Con esta base, se pueden tomar medidas significativas para evaluar y gestionar los riesgos, alineando prioridades y asignando recursos necesarios. 

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Lecciones del caso de TI en Corea del Norte para fortalecer tu seguridad

Una reciente acusación federal de Estados Unidos (EE. UU.) expuso una operación de gran alcance por parte de operativos norcoreanos y sus cómplices, quienes infiltraron empresas estadounidenses para generar ingresos e inteligencia para el régimen de la República Popular Democrática de Corea (RPDC).

Esta operación comenzó con operativos norcoreanos postulando a trabajos remotos de TI en Estados Unidos usando identidades estadounidenses robadas. Una vez contratados, los dispositivos que les proporcionó la empresa fueron enviados a “granjas de laptops” en EE. UU. Los operadores de las granjas de laptops explotaron las debilidades en los controles de seguridad de los endpoints corporativos. Inmediatamente, instalaron software de acceso remoto (por ejemplo, AnyDesk) en los endpoints de la empresa, lo que dio a los actores de amenazas la capacidad de operar los dispositivos desde Corea del Norte.

Si se hubieran entregado endpoints suficientemente fortalecidos a estas granjas de laptops, los norcoreanos habrían tenido dificultades para lanzar su campaña de amenaza interna y probablemente habrían sido detectados de inmediato. Por ejemplo, si estos dispositivos recién emitidos hubieran incluido controles de seguridad estrictos que impidieron a los usuarios finales instalar software no autorizado o no gestionado, los norcoreanos no habrían podido aprovechar un producto tan simple (aunque extremadamente arriesgado) como AnyDesk para facilitar sus operaciones maliciosas.

Incluso con estrictas reglas y configuraciones de seguridad en los endpoints, sigue siendo fundamental que los equipos de seguridad auditen lo que los nuevos usuarios intentan introducir en la organización. Los usuarios finales con malas intenciones están decididos a eludir sus controles de seguridad; encuentran formas creativas (a menudo simples) de sortear incluso las tecnologías de seguridad de endpoints más sofisticadas. Asegúrate de que tus equipos auditan continuamente los endpoints en busca de software recién incorporado, y trata los hallazgos con seriedad. Si se está instalando software no gestionado en su entorno, significa que las políticas de seguridad no están funcionando o que un usuario final ha eludido los controles de seguridad.

Todas las personas deberíamos preocuparnos por cómo técnicas tan rudimentarias permitieron a un actor de amenazas sofisticado comprometer y perturbar el sector privado de EE. UU., ya que no se utilizaron exploits asombrosos en esta intrusión. Los norcoreanos simplemente aprovecharon la falta de controles de seguridad en los endpoints y capacidades de monitoreo. Ahora es el momento de reunir a tus equipos de seguridad y evaluar sus capacidades y defensas en las siguientes áreas:

  1. Aprovisionamiento de dispositivos: Cuando tu organización configura una laptop para un nuevo empleado, ¿puede auditar el endpoint para asegurarse de que todas las configuraciones de seguridad estén habilitadas y que todo el software de seguridad del endpoint esté instalado? Si no, es hora de reunirse con tus equipos de TI e identificar formas en que tus analistas de seguridad pueden comenzar a auditar la salud de la seguridad de los endpoints y remediar controles rotos o falta de cobertura de seguridad.
  2. Reducción de la superficie de ataque: Reducir la superficie de ataque de una organización comienza en el endpoint. Asegúrate de que tus equipos de TI y Seguridad estén trabajando proactivamente para identificar aplicaciones redundantes, obsoletas o no gestionadas. Limpiar programas y aplicaciones innecesarias en los dispositivos de los usuarios finales es una excelente manera de mejorar la postura de seguridad y privacidad.
  3. Continuidad de cobertura: Los equipos de seguridad deberían ser capaces de identificar rápidamente cuándo faltan o están mal funcionando los controles de seguridad de los endpoints y deberían tener las herramientas para volver a implementar la cobertura de seguridad de inmediato. En el mundo actual, puede llevar a los equipos de seguridad semanas identificar y remediar endpoints mal configurados. Si este es el caso en tu organización, es momento de comenzar a identificar formas de gestionar dispositivos en tiempo real.
  4. Métricas e informes: Incluir información detallada sobre la salud y postura de seguridad general de los endpoints de tu organización es clave para garantizar la responsabilidad y la proactividad en tus prácticas de gestión de endpoints. Cuantifica tu cobertura EDR en todos los endpoints, califica el cumplimiento de controles críticos de seguridad de endpoints e informa cuánto tiempo les toma a tus equipos identificar y resolver las malas configuraciones de seguridad de los endpoints.

Ciberseguridad en un entorno político cambiante

El 2025 comenzó con muchas sacudidas políticas que han generado incertidumbre en muchos sectores relevantes para la sociedad. Cada día, los mercados internacionales, las personas empresarias y el mundo entero anticipan la posibilidad de cambios drásticos y repentinos. Este tipo de sucesos sacan a la luz la resiliencia de las organizaciones para sobrevivir al cambio, y en muchas ocasiones, pueden dar como resultado el fracaso total de una compañía. La ciberseguridad suele pasar como última prioridad en este tipo de escenarios, cuando en realidad debería convertirse en la aliada más importante para las compañías ante la incertidumbre.

El cambio más sustancial al que se enfrenta el sistema internacional actualmente tiene que ver con una tendencia de dejar atrás el multilateralismo y otras formas de cooperación colectiva. Para muchos, esto implica riesgos de ciberseguridad inminentes. En el mundo de la ciberseguridad, algunas de las mejores prácticas que suelen recomendarse son la transparencia, la colaboración multisectorial y el intercambio de información. En la medida en la que los gobiernos y los mercados del mundo se cierren, pero las amenazas digitales sigan evolucionando, necesitamos reforzar nuestra seguridad.

Por otro lado, la creciente polarización en la política internacional ofrece un entorno en donde el ciberespionaje, el cibercrimen y las campañas de desinformación se desarrollan con mayor facilidad. Estas herramientas pueden formar parte de la estrategia de actores relevantes que pretenden generar algún cambio en el sistema, pero en el camino, generan un impacto negativo en diversos sectores. En este contexto, la ciberseguridad no solo no debe ser dejada a un lado, sino que debe ser vista como una prioridad estratégica. Una buena estrategia de ciberseguridad va más allá de proteger a las organizaciones de ataques, ya que también salvaguarda la estabilidad económica y la confianza pública. Las organizaciones que no logren adaptarse a este nuevo paradigma podrían verse expuestas a riesgos que van más allá de la simple pérdida de datos; podrían enfrentar impactos profundos que afecten su viabilidad a largo plazo. A continuación, compartimos algunas de las cosas que se deben tomar en cuenta para reforzar la ciberseguridad ante la inestabilidad:

Reforzar sistemas de ciberseguridad

Muchos ciberatacantes aprovechan la inestabilidad en el escenario internacional para mejorar la ejecución de ataques de como los de phishing y ransomware. En un entorno donde la coacción digital se utiliza como herramienta de presión geopolítica, las organizaciones deben estar preparadas para responder de manera rápida y efectiva a cualquier eventualidad. Esto incluye no solo la implementación de tecnologías avanzadas de defensa, sino también la preparación de protocolos de respuesta ante incidentes. Plataformas como Batuta, tienen el objetivo de ayudar a las organizaciones a eficientar su estrategia de ciberseguridad, ofreciendo mayor visibilidad de sus activos y permitiendo que se adapten rápidamente ante este tipo de cambios.

Contar con una estrategia de ciberseguridad a nivel organizacional

Dada la naturaleza interconectada del comercio y la economía global, la ciberseguridad sigue demandando un enfoque colaborativo. Apelar por proteger mecanismos de cooperación multisectorial e internacional es nuestra mejor apuesta para crear un frente fortalecido de ciberseguridad. Principalmente, es el intercambio de información entre empresas, estados e instituciones lo que podría ser determinante en anticipar y neutralizar amenazas comunes. En vez de optar por estrategias de ciberseguridad divididas, nuestro principal cometido debe ser tomar la ciberseguridad como una herramienta para colaborar y así mitigar los riesgos que conlleva un mundo fragmentado y prevenido.

Finalmente, es imperativo que las organizaciones integren la ciberseguridad en su planificación estratégica y operativa. No solo se trata de proteger activos digitales, sino de garantizar la continuidad de las operaciones comerciales, servicios críticos, y el desarrollo de la innovación en un ambiente lleno de incertidumbre. Las empresas que reconozcan y prioricen la ciberseguridad no solo estarán más preparadas para enfrentar desafíos inmediatos, sino que también establecerán una base sólida para el crecimiento y la resiliencia a largo plazo en un futuro incierto. La ciberseguridad no es solo una cuestión de defensa, sino una estrategia deliberada para prosperar en un mundo en constante cambio.

De la sala de servidores a la sala de juntas: cómo los CISOs pueden ganar un lugar estratégico

La seguridad de la información ha cambiado. Lo que alguna vez fue una disciplina técnica y operativa, centrada en proteger redes y sistemas desde dentro de la sala de servidores, hoy se ha convertido en un componente estratégico para la continuidad y el crecimiento de las organizaciones que nace dentro de la sala de juntas, donde se toman las decisiones que dirigen a la organización. Pero, ¿cómo logramos esta transición? ¿Cómo nos convertimos en un socio estratégico que impulse el crecimiento y la innovación?

El camino hacia esta meta requiere un enfoque en dos aspectos clave: traducir los riesgos tecnológicos a términos de negocio, y encontrar formas de generar valor a través de la tecnología y la ciberseguridad. Todo esto, al mismo tiempo que conocemos a fondo cómo comunicarnos con los líderes ejecutivos, entendiendo sus prioridades y mostrando que la ciberseguridad no solo es una inversión necesaria, sino también una ventaja competitiva.

En este proceso, un nuevo rol ha surgido para reflejar este nuevo enfoque: el Business Information Security Officer (BISO). El BISO, en esencia, sigue siendo un CISO (Chief Information Security Officer), pero con un enfoque más marcado en esa integración con el negocio. Este nuevo título, para este mismo rol, simplemente da mayor visibilidad al hecho de que la ciberseguridad debe integrarse en el ADN del negocio, y nosotros como CISOs/BISOs debemos ser capaces de comunicar ese valor de la ciberseguridad en términos que resuenen en la Alta Dirección.

Como BISOs (o aún manteniendo nuestro título tradicional de CISOs), nos preocupamos no solo por la protección de la información, sino también porque la seguridad pueda impulsar el crecimiento, la eficiencia y la innovación. Así es como logramos convertirnos en ese verdadero socio estratégico, trabajando con las demás áreas de la empresa para identificar nuevas oportunidades y mitigar riesgos.

Podemos ser expertos en tecnología y seguridad. Podemos entender las vulnerabilidades, las amenazas y los riesgos del mundo tecnológico. Sin embargo, en la Alta Dirección, los CEOs, CFOs y demás líderes, no siempre tienen esa misma experiencia técnica, y es ahí donde entra en juego nuestra habilidad para ser ese puente traductor entre todas las partes.

Debemos ser capaces de convertir un lenguaje técnico complicado en un lenguaje entendible y que resuene en nuestros pares: el lenguaje del impacto financiero y de negocio. Por ejemplo:

  • No hablemos de «vulnerabilidades técnicas», hablemos de «pérdidas financieras».
  • En lugar de explicar las complejidades de un ataque de ransomware, hablemos del costo potencial de la interrupción del negocio, la pérdida de información sensible y el daño irreparable a la reputación.
  • Midamos el riesgo en términos monetarios, por ejemplo, ¿cuánto nos costaría un ciberataque? ¿Cuánto nos ahorraríamos a futuro con una inversión en ciberseguridad hoy?
  • Presentemos la ciberseguridad como una inversión, no como un gasto. Demostremos cómo la seguridad no solo protege a la empresa, sino que también habilita la innovación, la eficiencia y la confianza de la Alta Dirección. Al final, un líder que confía en nuestra capacidad para gestionar los riesgos y generar valor a través de la ciberseguridad es un líder que nos verá como un socio estratégico clave.

Imaginemos que nuestra labor como CISOs se asemeja a la de un padre que guía a su hijo en sus primeros pasos; queremos que la empresa crezca, que se desarrolle y que alcance su máximo potencial. Pero también queremos protegerla de los peligros del mundo.

Debemos encontrar el equilibrio entre la protección y la libertad, entre la seguridad y la innovación. A veces, esto implica permitir ciertos riesgos controlados, para conseguir la mayor ganancia, al mismo tiempo que la empresa aprende y se fortalece. Y otras veces, requiere establecer límites claros y firmes, para evitar daños irreparables.

Nuestro objetivo es crear un entorno seguro que permita a la empresa crecer y prosperar. Un entorno donde la innovación florezca sin poner en riesgo la seguridad de la información.

Para nosotros, la ciberseguridad es un habilitador de la transformación digital: la nube, el Internet de las Cosas (IoT), la Inteligencia Artificial (IA), entre otras tecnologías, son el motor de la innovación, necesitan una base segura para generar valor. Sin ciberseguridad, la transformación digital es como un castillo de naipes.

Si logramos orquestar todas estas estrategias seremos ese socio estratégico que trabaja codo a codo con las demás áreas de la empresa para ayudarles a alcanzar sus objetivos, ofreciendo soluciones de seguridad que habiliten el crecimiento y la eficiencia.

Para que nuestro mensaje tenga un impacto importante en la sala de juntas, la forma en la que lo comunicamos es fundamental. En mi experiencia, esto lo conseguimos cuando:

  • Conocemos muy bien nuestra audiencia. Cada líder tiene sus propias prioridades, objetivos, y sus estilos de comunicación. Al adaptar nuestro mensaje a cada uno de ellos podremos captar su atención y generar interés.
  • Usamos ejemplos concretos, contamos una historia, usamos casos de estudio o analogías que hagan que las ideas sean más fáciles de entender y recordar. Una historia bien contada tiene mucho más impacto que una presentación llena de datos y cifras.
  • Somos concisos y claros, sin tecnicismos ni detalles excesivos. Debemos ir al grano y destacar el verdadero impacto de nuestro aporte en el negocio.

Nuestro lugar en la sala de juntas no se gana solo con firewalls y antivirus, sino con una visión más estratégica, demostrando liderazgo y nuestra capacidad de convertir la ciberseguridad en un motor de crecimiento para la organización. Ya sea que nos llamemos CISOs o BISOs, nuestra misión es la misma: «hablar el idioma del negocio e impulsar la innovación de forma segura».